Sobre las variantes de un poema de Rafael Alberti

 

Article rédigé par Claude Le Bigot

(Université de Rennes II)

Sobre las variantes de un poema de Rafael Alberti

No se puede reprochar de ningún modo a quien decidió editar la poesía completa de Rafael Alberti no haber reunido de manera definitiva la totalidad de lo que escribió el gaditano.  El lector hoy tiene a su dispoisción la obra poética de R. Alberti editada en cuatro volúmenes por  Seix Barral en 2003. Corrió a cargo de Robert Marrast el segundo volumen  que recopila los poemas escritos entre 1930 y 1940 o sea lo que corresponde al periodo más atribulado de la vida de Alberti desde su compromiso con la Répública española hasta el exilio francés y argentino. Para los estudiosos que investigaron la producción albertiana de aquellos años, sabido es que el poeta publicó poemarios breves o folletos que durante mucho tiempo fueron casi inencontrables o albergados en la Casona de Tudanca (Cantabria) donde fue hospedado el poeta algún tiempo a finales de 1929. Gracias a la gratitud del propio poeta o por una incontenible afición coleccionista del dueño, José María de Cossío, ahí estaba casi todo : el Consignas (1933) con dedicatoria a su anfitrión, Un fantasma recorre Europa (1933), Nuestra diaria palabra (1936) y un montón de cosas semi-inéditas o sin editar. Quien cuenta esto estaba preparando una edición de El poeta en la calle que le hubiera restituido a la primera etapa del compromiso poético de Alberti su auténtico rostro. Pero la iniciativa coincidió con la salida en Aguilar de la edición realizada por Luis García Montero. Y el proyecto se frustró, pese a la buena voluntad de Rafael Pérez, el antiguo director de la Casona de Tudanca.

Tendría que manifestar mi gratitud por Robert Marrast que fue mi pofesor en mis años estudiantiles  y que por lo cierto fue pionero en los estudios albertianos e indiscutible introductor de la poesía de Alberti en Francia. Pero sobre todo, se le debe el haber desentrañado la complicada bibliografía  del poeta y abierto pistas para los futuros investigadores. Que aun queden fuera piezas dispersas  es inevitable y la casualidad permite a veces sacar a la luz textos olvidados.  No traen siempre novedades fundamentales sino menudencias que sí permiten reconstruir la arqueología poética de un autor en una época de profundos cambios socio-políticos.  Las observaciones que doy a continuación no son sino un homenaje que quisiera rendir a Robert Marrast.

Trabajando sobre el cartelismo en los años de la guerra civil y la producción gráfica, me encontré con un folleto de 25 grabados de YES, La guerra al desnudo. (Editorial Roja, 1936) con prólogo de Rafael Alberti.  « Yes » es el seudónimo de Esteban Vega, dibujante proletario, afín al Partido comunista español, con cierto talento sin haber cursado nunca las clases de Bellas Artes. Alcanzó cierta habilidad en el arte del grabado, dedicando una serie a los estragos de la guerra, mártires y víctimas civiles.  Este folleto encontrado en los fondos del Centro de la Memoria Histórica de Salamanca (F 01563), venía prologado con tres poemas de Rafael Alberti. Era frecuente en aquel entonces que un poeta reconocido sirviera de frontispicio para llamar la atención sobre una figura principiante que acudía a defender la causa del pueblo.  Sobre todo en aquellas circunstancias en que el mundo editorial estaba en gran parte bajo control obrero.

Concretamente los poemas liminares eran tres:  « La Revolución y la Guerra », « ¡Salud, Revolución cubana! », « U.R.S.S. ». El primero es un soneto, acaso inédito hasta la fecha de 1978, ya que no consta ni en la primera edición de De un momento a otro (Madrid, Ediciones Europa-América, 1937), ni en el anticipo de 1935, publicado en México, ni tampoco en la sección « El poeta en la calle » de su poesía reunida para la editorial Signo en 1938. En la detallada bibliografía albertiana establecida por R. Marrast para su edición crítica (Seix Barral, 2003), no apunta ninguna filiación para este soneto. Por lo tanto este poema nunca fue publicado en ningún poemario antes de que integrara El poeta en la calle (Madrid, Aguilar, 1978, p. 68-69) o el volumen que salió el mismo año en Seix Barral (1978, p. 69, junto con De un momento a otro, Vida bilingüe de un refugiado español en Francia). Sin embargo Luis García Montero lo integra en la sección « De un momento a otro » de Poesía 1920-1938 (Aguilar, 1988, p. 631-632). Al fin y al cabo, todas las ediciones de la poesía reunida de Alberti desde 1978 ponen el poema « La Revolución y la Guerra » en su debido lugar, como una pieza que significa en el contexto del movimiento comunista internacional de entreguerra una manera de contrarrestar los efectos arrolladores del capitalismo y de sus secuaces que actuaban en la sombra, fomentando la reacción que en España había de llevar a la guerra civil. La voluntad de contener el avance del comunismo era patente entre los gobernantes del resto de Europa.  El lema concluyente es clarísimo : « ¡Revolución!, para matar la guerra ». Por su temática este poema se enlaza perfectamente con el pimer poema de Consignas (1933), « ¡Abajo la guerra imperialista » (recogido en Seix Barral, 2003, p. 217-218 y sorprendentemente descartado por Luis García Montero).

 En cuanto a « ¡Salud, Revolución cubana! », y el poema « U.R.S.S. » se publicaron con anterioridad en el folleto Un fantasma recorre Europa (La Tentativa, 1933), como lo apunta R. Marrast en sus notas a la edición crítica de Seix Barral (2003, p. 467). Pero curiosamente, si R. Marrast señala las leves variantes entre el texto definitivo de « U.R.S.S. » y el que salió en el folleto de La Tentativa, la versión de « ¡Salud, Revolución cubana! » que exhumamos lleva diferencias importantes y por lo tanto tendría que ser considerada como la versión definitiva. Damos a continuación con las variantes en negritas el texto sacado de La guerra al desnudo.

¡SALUD, REVOLUCIÓN CUBANA!

Nosotros estamos contigo,
nosotros te ofrecemos nuestro hombro,
nuestros puños cerrados,
toda nuestra energía,
la fuerza que hoy estalla bramando en nuestra sangre
al sentirse y saberse hermana de la tuya,
revolución cubana,
revolución obrera y campesina,
revolución de los trabajadores blancos,
de los trabajadores negros de la isla de Cuba.
Y te enviamos un saludo
y acordonamos desde aquí codo con codo lo largo de tus costas,
rodeadas de barcos que quieren destruirte,
arrancarte de cuajo de tu tierra,
hacer crecer con sangre tus plantaciones de azúcar y tabaco,
revolución obrera y campesina,
hermana,
amiga,
compañera,
revolución de todos los trabajadores de la isla de Cuba,
camarada.
Fuera,
atrás los colonos,
los que quieren hacer de tu riqueza patrimonio extranjero.
Cuba tiene su tierra.[1]
¡Que sea suya!
Atrás los aviones,
los aeroplanos de la muerte que navegan por las rutas de sangre.

Cuba tiene su cielo.
¡Qué sea suyo![2]
Atrás los marineros,
sus fusiles,
los buques[3] que defienden a los bancos y las fábricas,
de dos,
de tres,
de cinco propietarios.
Cuba tiene su mar
¡Que sea suyo!
La isla de Cuba tiene sus obreros,
tiene sus campesinos y su Revolución
¡Que sea suya!
¡Viva![4]

 

¿Qué nos enseña esta nueva versión, con sus variantes? Con su estrofa adicional, se puede valorar una técnica de adaptación al momento. R. Marrast  en su comentario aclara las circunstancias que inspiraron el poema en un principio, relacionadas con acontecimientos sucedidos en Cuba en agosto y septiembre de 1933 con una tentativa revolucionaria de cariz izquierdista hasta tal punto que « se pudo creer que Cuba iba a convertirse en el segundo país soviético del mundo » (cito a R.M. 2003, p. 470). Desde luego, el añadido de la guerra aérea, no sólo completa un tríptico (combates por tierra, por el mar y el aire) sino que se ajusta mejor con la realidad de la guerra civil española, especialmente el impacto que tuvieron los bombardeos aéreos en las poblaciones civiles. Temática que enlaza además con los grabados de Esteban Vega que Alberti está prologando. Esta adaptación dictada por el contexto bélico del otoño e invierno de 1936 explica que el propio Alberti eliminó la fecha de 1933. En cuanto a « los bosques que defienden a los bancos » en mi opinión es una errata. La coherencia está del lado del texto del folleto que en este caso está limpio de gazapo.

Por fin, los tres poemas seleccionados por Alberti como frontispicio al folleto de grabados forman un conjunto muy coherente de poemas que recuerda que la guerra de España procuró llevar a cabo una Revolución, así se lo pensaban dentro del mismo bando republicano partidos  de izquierdas cuya estrategia e ideología iban a entrar en pugna. Pensamos en el irreductible antagonismo que opuso a comunistas y anarquistas. Alberti suscribe obviamente a la estrategia de lucha contra el imperialismo, impulsada desde el Komintern, especialmente la IIIa Internacional comunista,  con la creación de los Frentes populares.  Por otra parte los viajes del poeta a la URSS, le permiten descubrir un país donde una revolución proletaria estaba en marcha. Su adhesión es total y explica el gesto de solidaridad ante la hostilidad de las cancillerías occidentales hacia la Unión soviética. Alberti adopta una perspectiva internacionalista que encuentra una prolongación durante su viaje por el Caribe en 1935, mientras España sufría una sangrienta represión a raíz de la frustrada Revolución de Asturias. De aquellas circunstancias surgió el poema « ¡Salud, Revolución cubana!, así como el libro de cuño antiimperialista 13 bandas y 48 estrellas (1936). Diremos para concluir que los tres poemas que encabezan el libro de grabados de Esteban Vega forman un tríptico muy coherente, manifiestan el entusiasmo de Alberti por la revolución soviética en un momento en que la República española no podía contar con muchos aliados para contrarrestar la sublevación facciosa del 18 de julio.

                                                                                            

 


[1] En O.C.(2003), no hay blanco estrófico

[2] No constan en O.C. (2003) estos versos.

[3] Esta es la versión correcta :  » los bosques que defienden a los bancos y las fábricas » como dicen O.C. es una errata evidente.

[4] Termina la versión de O.C. con la fecha : (1933.)

Vous aimerez aussi...